RITUAL MÁGICO PARA DEJAR DE SUFRIR POR QUIEN TE HA SIDO INFIEL O TE HA TRAICIONADO


Si has sido víctima de la infidelidad o la traición, pero no puedes olvidar al ser que te ha infligido esa ofensa, lleva a cabo el ritual de las tijeras.
 
Necesitarás:

- Una prenda íntima del ser amado.
 
- Una prenda íntima tuya.
 
- Unas tijeras.
 
- Dos cajas de madera iguales.
 
- Vinagre.
 
- Lacre. 

 

Los pasos del ritual:

- Toma las dos prendas íntimas y haz con ellas un nudo mientras dices:

 
"Éstos eran nuestros cuerpos,
dos en uno solo.
 
Éstos eran nuestros corazones,
dos en uno solo.
 
Éstas eran nuestras esperanzas,
dos en una sola.
 
Que lo que se ha convertido en uno,
Vuelva a ser dos."
 
- Rocía las prendas anudadas con abundante vinagre hasta que estén bien mojadas.

- Deja las prendas mojadas a la luz de la Luna durante toda una noche y un día.
 
- A la noche siguiente vuelve a tomar las prendas y desátalas mientras dices:
 
"Éstos ya no son nuestros cuerpos.
 
La unidad se divide.
El uno se transforma en dos."
 
- Toma la prenda íntima de la persona que te traicionó y córtala en tiras finas.
 
- Coloca las tiras en una de las cajas.
 
- Toma la prenda íntima propia y proceda de la misma forma.
 
- Coloca las tiras en la otra caja.
 
- Sella las cajas con lacre, mientras dices:
 
"Los cuerpos se han separado.
Los corazones se han separado.
Ya no hay motivo para el sufrimiento."
 
- Entierra ambas cajas lo más lejos posible una de otra.
 
- Después de haberlo hecho, concéntrate en tu deseo de dejar de sufrir.
 
Es recomendable no hablar con nadie por lo menos durante dos o tres horas. Podrás comprobar que comienza a invadirte una sensación de bienestar.
 
Es preciso aclarar que no se trata de un ritual de venganza, sino de alivio del sufrimiento; por tanto, los efectos del ritual no recaerán sobre la persona que lo ha engañado, sino sobre ti mismo. En poco tiempo la herida provocada por el dolor de la traición comenzará a cicatrizar.






ANTIGUO RITO PARA OLVIDAR A UN MAL AMANTE


El cabello es símbolo de sensualidad, de energía erótica, por ese motivo los monjes suelen tonsurarse o raparse por completo y en muchas religiones las mujeres están obligadas a cubrir sus cabellos con pañuelos, pelucas, velos, sombreros, etc.
 
En el caso de los amantes, solía creerse que en el cabello de la persona enamorada quedaba retenida la energía sexual de su pareja, después del encuentro erótico. Por eso, los sabias brujas recomendaban a sus clientes realizar un corte de cabellos ritual en caso de querer romper sus lazos amorosos, si es que una relación les causaba gran dolor. 

 
Este rito se realizaba así:
 
- Durante la noche de la Luna Llena se debían dejar al sereno una tijera y una navaja (o máquina de afeitar), la primera con sus puntas abiertas y ambas mirando hacia el Sur.
 
- A los siete días, durante la Luna Menguante, era preciso mantener relaciones sexuales con la persona a la que se deseaba olvidar o, si no se trataba de un amante, al menos se debía tener con ella algún tipo de contacto físico en el que el pelo o el vello de ambos entrara en contacto. El objetivo era que el cabello de cualquier parte del cuerpo ambos entrara en contacto.
 
- Esa misma noche, después del encuentro, la persona que deseaba olvidar a su pareja debía depilarse el vello y cortar la punta de sus cabellos, pronunciando la siguiente oración:
 
Limpio de mí tu recuerdo,
borro todas tus huellas,
nada ha quedado,
nada ha quedado,
vuelvo a nacer y te he olvidado.
 
- Luego debía tomar un baño con agua bien caliente, en la que había previamente diluido un puñado de sal marina y otro puñado de cenizas, símbolo de la muerte de esa relación.


RITUAL MAGICO DEL CORDERITO MANSO LIBERADO PARA RECUPERAR EL AMOR QUE TE HAN ROBADO


Desde que el mundo es mundo, hombres y mujeres sufren por amor. Pasiones no correspondidas, abandonos, infidelidades, decepciones, temor de perder a la persona amada son algunos de los padecimientos a que está sometida aquella persona que ha sido invadida por el sentimiento amoroso.
 
Aunque enamorarse es una dicha, es también, paradójicamente, una desdicha. El amor produce la ilusión de lograr la plenitud en tanto permite reencontrarse con aquella mitad que, según la mitología, se perdió alguna vez e hizo que todos los seres dejaran de ser hermafroditas, es decir, que dejaran de ser una unidad que contenía a los dos sexos. Pero la inmensa alegría de haber encontrado a la mitad perdida puede verse perturbada por el pánico a que el objeto de nuestro amor nos abandone. 

 
Aun en el caso de que no padezcamos ese sentimiento de inseguridad, puede ocurrir que la persona a la que amamos decida terminar con nosotros. En resumen, tal parece que resulta imposible querer sin sufrir.
 
En la Edad Media, el amor no era ni más ni menos que una enfermedad que entraba al cuerpo y a la mente "a través de los ojos". En efecto, ante la visión de una determinada persona, la razón se debilitaba, los sentidos se agotaban y el amor hacía su entrada triunfal, alojándose en el corazón. Éste era literalmente "tomado" o "robado" y , por esta razón, quien amaba sufría todo tipo de padecimientos del cuerpo y del espíritu.
 
La mayor parte de las recetas de pócimas para curar el mal de amor provienen, precisamente, de esta época. Hojas de roble machacadas mezcladas con menta, miel, alcanfor o aceite de almendras amargas con jengibre son algunas de las fórmulas secretas que los sabios recomendaban para aliviar las penas del alma.
 
En nuestros días, la concepción sobre el amor ha cambiado. Sin embargo mas de la mitad del mundo continúa sufriendo padecimientos amorosos que impiden disfrutar de la vida. Si tu perteneces a esa mitad y tu corazón late al ritmo de un amor no correspondido, has sido engañado, temes perder a quien amas o ya lo has perdido y te hace sufrir el afán de recuperarlo, no dudes en poner en práctica estas  ceremonias de corte. De esta forma podrás recuperar el amor que te han "robado" y lograrás sentirte nuevamente dueño de ti mismo.
 
RITUAL DEL CORDERITO MANSO LIBERADO

Esta ceremonia era practicada durante la Edad Media por los campesinos de la península Ibérica. El enamorado era, para los hombres de aquellos tiempos, un ser al que le habían robado el corazón "igual que se roba un cordero para sacrificarlo y procurarse, de este modo, satisfacción y sustento” (Códice de 1296). Por tanto, para dejar de sufrir había que recuperar el cordero robado y traerlo nuevamente al rebaño. El ritual es una representación simbólica de este rescate.
 
Necesitarás para llevarlo a cabo:
 
- Una piedra blanca del tamaño de un puño.
 
- Un cordel o cinta de algodón.
 
- Un rectángulo de madera de roble.
 
- Un trozo de carbón.
 
- Una vela blanca.

Los pasos del ritual
 
- Coloca el rectángulo de madera sobre la mesa y dibuja con el cartón una línea que lo divida en dos partes iguales.
 
- Toma la piedra blanca y colócala en la mitad derecha del rectángulo de madera.
 
- Ata la piedra con el cordel. (éste deberá ser lo suficientemente largo como para que  puedas tomar un extremo con la mano y arrastrar la piedra.
 
- Toma el extremo del cordel con la mano izquierda y pronuncia la siguiente oración:
 
 Oh, cordero que te has perdido,
corderito tierno al que han arrancado
del lado de su madre, vuelve al redil,
alegra nuevamente mi ser,
tráeme la sonrisa que te has llevado contigo.
 
Vuelve, cordero, y que contigo
vuelva mi antigua alegría.
 
Vuelve, cordero, y que contigo
regresen mis ganas de vivir.
 
Vuelve, cordero, y que contigo
vengan mis esperanzas pasadas.
 
Vuelve, cordero,
que sólo a mí perteneces.
 
Quien te ha robado
no tiene derecho a tenerte.
 
Vuelve, cordero, vuelve,
que sólo a mí perteneces.
 
- A continuación tira firmemente del cordel llevando la piedra hacia el lado izquierdo del rectángulo.

- Suelta el cordel, toma la vela blanca y enciéndela. Con la llama de la vela enciende el cordel y deja que se queme completamente.

- Una vez que el cordel se haya quemado, apaga la vela y pronuncia la siguiente oración:

Sin cordel, corderito,
ya nadie podrá tomarte
para llevarte a otro sitio.
 
Eres nuevamente mío
y sólo a mí perteneces.
 
Estás otra vez en casa, cordero,
otra vez en casa.
 
Estás otra vez en tu campo.
 
Estás otra vez
en el lado izquierdo de mi cuerpo.
 
Por este acto simbólico te habrás convertido nuevamente en dueño del corazón que te robaron. Por lo tanto, agradece con la siguiente oración el beneficio recibido:
 
Gracias, Señor,
por haberme devuelto a mi cordero.
 
Nuevamente está
en el centro de mi pecho.
 
Otra vez soy el dueño de mi corazón.
 
Se acabaron los padecimientos de amor.
 
Hoy pondré la cabeza en la almohada
y me dormiré sin derramar una lágrima.
 
Gracias por haberme devuelto a mi cordero.
 
A continuación, entierra la piedra y la vela. El corazón robado te habrá sido devuelto y dejarás de padecer por amor.


RITUALES MÁGICOS PARA UNA BODA FELIZ


A continuación te explico los ritos más eficaces para lograr un matrimonio duradero y disfrutar a plenitud del amor:
 
Hasta que la muerte nos separe,
se juran los novios en el altar.
 
Palabras sagradas que buscan asegurar una felicidad eterna, al igual que ciertas ceremonias místicas y amuletos nupciales.
 
En todas las culturas las generaciones ancianas transmiten a los jóvenes los rituales que portan un saber acerca de la felicidad conyugal.
 
Ya se trate de la cultura indígena, europea o asiática, el deseo es el mismo, que la unión sea duradera y el amor y la felicidad los acompañen. 

 
Amar y ser amado es el deseo principal de los enamorados que van a contraer matrimonio.
 
En esta oportunidad te voy a proporcionar los más eficaces hechizos para mantener viva la llama del amor conyugal:
 
Para mantener la pareja unida:
 
- Realiza una cruz con hojas de ruda macho sobre un plato de color blanco.
 
- Debajo del plato coloca un papel con los nombres de los novios y encima de la cruz, un vaso de agua.
 
- Déjalo toda la noche al sereno.
 
- Por la mañana, tira el agua y la cruz, pero conserva el papelito con los nombres.
 
- Durante dos noches más procede de la misma manera.
 
- Al finalizar el tercer día, quema el papel con los nombres.
 
Para disfrutar de la noche de bodas

Deberás magnetizar las prendas íntimas que la pareja usará esa noche.
 
- Sumérgelas en agua de rosas y, cuando estén secas, colócalas sobre un papel celofán de color azul.
 
- Enciende a su alrededor tres velas rojas y dispersa sobre la ropa pétalos blancos.
 
- Cuando se hayan consumido las velas, envuelve la ropa en papel de celofán y déjalas a luz de la luna.
 
- Al día siguiente ya estarán listas para utilizarlas.
 
El amuleto del matrimonio eterno
 
- Confecciona una bolsa de seda de color rojo y coloca un puñado de granos de pimienta negra, una hoja de laurel y un algodón embebido con tu perfume y el de tu pareja.
 
- Deberás enterrarlo en una maceta, donde luego sembrarás una planta de ruda para el futuro hogar.
 
Para cortar posibles infidelidades:
 
Este hechizo deberá hacerse un mes antes de la boda.
 
- Coloca en algún bolsillo de una prenda de tu pareja tres granos de sal con gotas de tu perfume, mientras lo haces visualiza a tu pareja en una actitud de rechazo hacia toda posible conquista.
 
Repite el hechizo los lunes, viernes y sábados durante un mes.
 
Para mantener siempre viva la pasión:
 
- Escribe en un papel tu nombre y el de tu pareja, colócalo en el fondo de una maceta de color verde.
 
- Sobre los nombres dispón tres cristales de cuarzo rosa formando un triángulo.
 
- Compra una planta de hojas verdes sin flores y mientras la colocas en la maceta ya preparada repite:
 
Que el sol y el agua que alimentan esta planta, también alimenten nuestro amor.
 
CLAVES MÁGICAS
 
Lo que toda novia debe hacer en el gran día

Hay secretos del día de la boda que toda novia debe conocer:
 
• Deberás llevar en el ruedo de su vestido un cabello tuyo y tener contigo algo prestado, algo robado y algo usado.
 
• Una liga azul nunca deberá faltar en tu pierna.
 
• En tu zapato derecho colocarás una hoja de ruda, y en el ramo es importante llevar una flor de nardo como símbolo de la buena suerte.
 
• La cama de la noche de bodas tendrá que hacerla una amiga soltera.
 
• El novio jamás verá a la novia antes de la ceremonia.
 
• Si el día de la boda hay tormenta... ¡a no alarmarse!, la lluvia es símbolo de prosperidad.
 
 

A SAN BENITO, ORACIÓN QUE TE PROTEGE Y LIMPIA DE BRUJERIAS; HECHIZOS Y MAGIAS


Fuiste humilde y generoso,
glorioso y poderoso a la vez, 
bendito San Benito abad,
yo agradezco a Dios
por haberte investido con su gracia
para amarlo por encima de todo
y establecer una regla monástica
que ha ayudado a muchos de sus hijos
a vivir vidas plenas y santas.

Por el poder de la santa cruz de Jesucristo,
te pido que por favor intercedas
para que Dios pueda protegerme a mí,
a mis seres queridos, a mi hogar,
a mis propiedades y mis bienes,
hoy y siempre, para que por tu poderosa bendición,
nunca estemos apartados de Jesús, María
y la compañía de todos los benditos. 

 
Por tu intercesión, deseo ser liberado
de todos los males que mis enemigos
hayan lanzado sobre mi,
sean físicos o espirituales,
provenientes de malas artes,
hechizos o brujerías,
o invocando presencias malignas,
males ante los que tu poder es grande,
pues resististe a las tentaciones,
traiciones y encuentros con el maligno,
evitando las opresiones espirituales,
 los males físicos y las enfermedades.

Santísimo Confesor de Dios nuestro Señor,
Padre y Abad de los monjes,
intercede por mi salud física y espiritual.
Destierra mi de mi familia y de mi casa
 las asechanzas del maligno espíritu.
Líbranos de envidias y malas lenguas.
Pide por mi al Señor para que remedie
mis necesidades, tanto las espirituales
como las físicas y temporales. 

¡Oh glorioso San Benito,
que allí, desde el cielo ejerces
de padre bondadoso de todos tus devotos! 

Más que nunca eres honrado hoy, 
gracias al poder de la medalla 
que viene honrada con tu nombre, 
que nos ayuda, protege y, 
detiene los avances del maligno,  
proporcionándonos infinidad de prodigios, 
favores y gracias que por su medio Dios nos ofrece.

Bendícenos a todos los que devotos a ti acudimos,
alcánzanos del Señor, todas la gracias
que nos son necesarias en nuestro paso por esta vida
y especialmente la gracia de mantenernos
libres de todos los males que puedan acecharnos. 

No me niegues tu favor, san Benito protector,
y que tu amor, que siempre fue la mayor virtud
que ejerciste tanto en el claustro
como con todos tus semejantes
sea el arma que yo esgrima
para liberación de mis enemigos y traiciones. 

Tu eres el agua preciosa que alivia todo dolor,
y a tu amparo me someto,
no me niegues tu favor
bendito santo, mi protector.
 San Benito, ruega a Dios por mi. 

Amén.

Padre mío y Dios todopoderoso
que has proporcionado a tu santo monje, Benedicto,
como líder y maestro en la vida espiritual,
un sinnúmero de seguidores. 

Lleno como estaba del espíritu de todos los justos,
Tú lo inundaste con el esplendor de Tu luz. 

En el intenso resplandor de esta luz,
su mente se liberó de obstáculos y pudo discernir
cuán incompletas están todas las cosas aquí en la Tierra. 

Por esta causa, toda la compañía monástica,
en todas partes del mundo, cantan con alegría
las  virtudes del santo, y junto con todos los ángeles,
alaban eternamente su presencia junto a Ti,
en tu gloria, con tu Hijo, y el Espíritu Santo.

Así sea. 

Rezar tres Padrenuestro y Gloria. 
  Repetir la oración y los rezos tres días seguidos.
 
El nacimiento de San Benito  se sitúa alrededor del año 480. Nació en una familia de fortuna, y fue hermano gemelo de Santa Escolática.

En el siglo V, Benito fue enviado a Roma para terminar su educación. Su formación consistía en el aprendizaje de la retórica, el arte de hablar persuasivamente. El éxito de esta profesión residía en utilizar correctamente el ritmo, la elocuencia y la técnica para convencer. El poder de la oratoria sin fundamento en el corazón era el objetivo de la educación de los estudiantes de la ápoca  y esa filosofía se reflejaba también en sus vidas. Eran lo que hoy llamaríamos jóvenes malcriados, puesto que lo tenían todo: educación, riqueza, juventud, y  todo lo malempleaban en la búsqueda del placer, no de la verdad. Benito contemplaba con horror cómo el vicio destrozaba las vidas y la ética de sus compañeros.

Viendo que la pureza de su alma peligraba, Benito huyó de Roma, abandonó su herencia y vivió en un pequeño pueblo. Cuando sintió la llamada de Dios, buscó una soledad más profundad y viajó hasta las montañas de Subiaco, y aunque en un primer momento no tenía ningún plan de convertirse en un ermitaño allí así vivió bajo la dirección de otro ermitaño, Romanus.

Sucedió que un día, de los que estaba viviendo en una cueva, sufrió la tentación del diablo y presenció la imagen de una hermosa y tentadora mujer. Benito se resistió a la tentación enrollando su cuerpo en un arbusto lleno de espinas hasta quedar lleno de heridas. Fue a través de estas heridas corporales, como él curó las heridas de su alma.

Tras muchos años de oración, se corrió la voz de que era un hombre santo y esto hizo que los monjes de los monasterios cercanos quisieran que fuera elegido como su superior. Benito les advirtió que serían sus exigencias para con ellos demasiado estrictas, pero insistieron. Ciertamente resultó muy estricto y esto fue causa que más adelante trataran de envenenarlo.
Cuenta la leyenda que los monjes intentaron envenenar la bebida de Benito, pero al bendecir este la copa, se rompió.

Benito decidió volver a vivir en soledad, pero no por mucho tiempo. Una vez más se formó un grupo de seguidores, esta vez con más éxito y estableció doce monasterios en Subiaco donde los monjes vivían en comunidades separadas de doce.

Abandonó estos monasterios bruscamente cuando los envidiosos ataques de otro ermitaño hicieron imposible continuar con el liderazgo espiritual que había tomado
Fue en Monte Cassino donde posteriormente fundó el monasterio principal del sistema monástico de la Iglesia. En lugar de fundar pequeñas comunidades separadas, reunió a sus discípulos en una comunidad entera. Su hermana, Santa Escolástica, que también había atraída por la vida religiosa, se estableció cerca de el.

Más de 15 siglos después continúa la tradición monástica. Sin embargo, Benito fue un innovador. Nunca se había creado comunidades como la que el fundó, ni  habían sido dirigidas con una regla. Lo que ahora es parte de la historia para nosotros fue un paso audaz y arriesgado hacia el futuro.

Benito tuvo la santidad y el impulso necesario para sacar adelante este proyecto. Sus creencias y sus normas para  la vida religiosa se recopilaron en lo que hoy se conoce como la Regla de San Benito, que sigue dirigiendo la vida religiosa desde hace mas de 1.500 años. 


A LA MADRE TIERRA FÉRTIL, ORACIÓN


Ven a nosotros, Madre Tierra húmeda,
rociada de lluvia e iluminada por el sol, 
Madre Tierra fértil y generadora de vida.
Ven a nosotros y descansa.

Has trabajado mucho y duro

para que nosotros, tus hijos,
podamos sobrevivir,
ven ahora y relájate,
pues bien te has ganado el descanso.

Come y bebe hasta saciarte,
canta, baila y se feliz,
porque lo has hecho bien. 


 
Tu fecundidad ha sido admirable
y nos has dado abundantes frutos,
hay suficiente alimento para todos,
nos nutres con generosidad
y estamos satisfechos.

Es poco lo que tus hijos hacemos por ti,
sabemos que tenemos que corregir
todos los errores que tú,
como Madre amorosa y complaciente
hasta ahora nos has consentido,
y que han provocado tu agotamiento.
Lo haremos Madre, ten paciencia,
sabes que somos como niños
que solo aprendemos de nuestros errores,
pero ha llegado el momento
de que reaccionemos a tu amor
y de que te ayudemos y proporcionemos
satisfacciones, alegría y descanso.

Solo alanzas podemos dedicarte
porque tu eres la esencia de la realización,
del amor, de la abundancia y la prosperidad.


Eres el amante ser hermoso que nos nutre,
tu eres la grandeza y la plenitud,
sin ti, no hay vida,
y nunca podemos olvidar
que somos parte de tu sagrado cuerpo
y debemos trabajar para preservarlo
en todas sus divinas formas,
porque todo ser viviente es sagrado
y cuenta con tu divina protección.
Todos te saludamos Madre  Tierra,
todos te agradecemos, vergel de vida,
todos te nutriremos algún día, fertilidad divina,
porque tu nos has dado la vida
y a ti hemos de volver a descansar en paz.
Mientras tanto, que el cielo te colme
de agua fresca y cristalina,
la misma que corre por tus venas,
que te fecunde cada día junto con el sol
para que sigas fructificando
en armonía, paz y bienestar.
¡Que todos saluden y reverencien
a la Gran Madre nutridora y nutritiva!


Entradas populares

Entrada destacada

DICCIONARIO DE SANTERÍA

Abikú: Un espíritu dañino que posesiona a un niño pequeño y lo enferma hasta que muere.   Acuelle: Bendición.   Afoché: Un polvo...