
¡Oh Glorioso San Luis de Montfort!
Santo mío, y fortaleza mía,
cuya devoción a Jesús Sacramentado
cuya devoción a Jesús Sacramentado
y a la Santísima Virgen María
me llena de devoción y me lleva a imitarte.
¡Oh Benigno defensor de los huérfanos,
de los pobres, de los más indefensos,
ayúdame a ser paciente, dulce y acrecientes en mi
ayúdame a ser paciente, dulce y acrecientes en mi
las virtudes que sean gratas a Dios.