Para sus devotos la Santa Muerte es su amiga, una madre espiritual y la fuente de amor incondicional y protección de la que fluyen todas las necesidades de la vida. Ella es una defensora, una sanadora y la que hace milagros.
Santa Muerte es la santa patrona de los que se han enfrentado y vivido y de los que deben enfrentar situaciones mortales todos los días. Ella es un espíritu de segundas oportunidades que venga a quienes recurren a ella y castiga a los malhechores. Es una madrina que guía a los que están bajo su cuidado y organiza las cosas de la misma manera que un benefactor vivo, benevolente y poderoso podría hacerlo.