De todos los reptiles —y posiblemente de todos los animales—, la serpiente ha sido la que más controversias y paradojas ha suscitado, abriendo la polémica en círculos religiosos sobre si se trata de un símbolo de lo superior o de lo inferior.
Considerada a veces como el demonio, vista otras veces como un agente sanador, lo cierto es que la serpiente se ha ganado por derecho propio una destacada reputación mítica.