ORACIÓN PARA HACER UNA SÚPLICA A SAN CAYETANO

 
Glorioso San Cayetano,
amigo de Jesús,
Redentor del linaje humano,
y amigo también de María Santísima,
madre de los hombres.
 
¿A quién puedo acudir mejor
para alcanzar el remedio de mis males
tanto del alma como del cuerpo,
que a Vos tan allegado de los dos personajes
en cuyas manos están los tesoros
de gracia y de naturaleza?
 
Vos, santo mío, si queréis,
podéis reparar los percances que me afligen.

 
No espero que me despreciéis
en este momento que acudo a Vos
confiado en vuestro valimiento y patrocinio.
 
¿Puede retraeros de consolarme
el ver en mí alguna falta
que tenga enojada a la Divina justicia
y que la obligue a castigarme?
 
¡Oh San Cayetano!,
no os detenga esto.
 
A la presencia del Señor me humillo,
y reconociéndome pecador,
digo con todas las veras de mi alma:
Dios mío, perdón,
pésame de haberos agraviado,
por ser Vos quien sois, bondad inmensa.
 
Concededme la gracia,
y ahora muy en particular
para rendir culto
a vuestro especial amigo San Cayetano,
por cuya intercesión espero obtener de Vos
con esta plegaria, el bien que deseo,
y al fin de mi vida el descanso de mi alma
en vuestra compañía eternamente en la gloria.
Amén.
 

SANTERÍA: 8 PODEROSOS HECHIZOS PARA EL AMOR


Los santeros modernos recomiendan para establecer la disposición amorosa, la utilización de un baño de amor (que se venden ya preparados y embotellados (despojo de amor) y un jabón de amor. El despojo se agrega a media bañera de agua caliente donde permanece la persona cuando menos por media hora. Después la habitación se rocía, con un atomizador, de incienso de amor, y se enciende una vela en honor de Changó, el patrón de la pasión y el deseo.
 
El santero aconseja también conservar en la boca una raja pequeña de canela durante cualquier encuentro de amor, ya que se cree que la canela posee grandes poderes de seducción.


Un hechizo muy común consiste en formar un triángulo con tres chalas de maíz. El nombre y el apellido de la persona que va a embrujarse se escriben en dos papeles separados, que se colocan en forma de cruz en el centro del triángulo. Se enciende una vela sobre los dos papeles y se repite tres veces la palabra Nfuriri.

Una práctica común para ganar los favores de alguien es atar cinco cabellos de la persona a quien se quiere atraer con otros cinco de quien está haciendo el hechizo. Se ponen los cabellos formando una cruz en el centro de un bollo pequeño, que luego se entierra en un tiesto lleno con cuatro tipos distintos de tierra. Se planta en el tiesto un vástago de ruda en el nombre de Oshún, pidiendo que del mismo modo en que crece la ruda dentro del tiesto, así crezca en el corazón de la victima el amor hada la persona que la desea.

Otra obra de santería consiste en encender durante nueve días una vela verde en honor de santa Marta, pidiendo su intercesión para obtener el amor de la persona deseada. Se le pide a santa Marta, quien, según la leyenda, podía "conquistar dragones y bestias salvajes" que domine de tal manera a la persona embrujada que no pueda comer ni dormir hasta qué acuda a la persona que está efectuando el ensalmo.
 
En esta web podrás encontrar la oración especial a santa Marta.
 
Un ritual a Santa Elena consiste en lo siguiente:
 
Se llena un tazón pequeño hasta la mitad con agua a la que se añaden unas ramas de yerbabuena, una cucharada de miel, un poco de azúcar, siete clavos y agua florida. Se pone en el centro del tazón una vela blanca, en torno a la que se ha atado un trozo de listón blanco, y se enciende en el nombre de santa Elena. Esta santa también es muy popular en los hechizos de amor y se piensa que otorga cualquier petición de este tipo.

Debe invocarse y pedírsele que del mismo modo en que está atada la cinta alrededor de la vela, ate los destinos del solicitante y de la persona a quien desea. Después, la vela se retira del líquido y se permite que arda fuera del tazón. El líquido se utiliza en un baño. El hechizo se repite durante siete días consecutivos.


El siguiente hechizo se conoce como de "el coco ebrio". Es una ofrenda a Elegguá para obtener su auxilio para ganar el amor de una persona.
 
Se comienza aserrando la parte superior del coco y tirando su agua. El coco vacío se llena con caramelos, pastillas de goma de agar y cinco clases de licor. También se agregan a la mezcla varias esencias que son: esencia de menta, de amor, dominante, vencedora y sígueme. Se enciende un cigarro en nombre de Elegguá y se exhala el humo dentro del coco. La tapa se restituye antes que pueda dispersarse el humo, y las dos partes del coco se sellan con la cera de una vela comprada en una iglesia. El coco simboliza la cabeza de la persona que está siendo embrujada. Se enciende una vela blanca en honor de Elegguá durante cinco días seguidos, pidiendo al orisha el amor de la persona deseada.

Este otro hechizo requiere la ayuda de Changó. Se retira la parte superior de una manzana y se pone dentro del fruto ahuecado un pedazo de papel con el nombre de la persona deseada. Luego se llena el agujero con miel y la tapa de la manzana se restituye.

El fruto se coloca ante una imagen de Changó (santa Bárbara), y se enciende durante nueve días una vela roja en honor del orisha, pidiéndole que dulcifique la disposición de la persona hechizada y llene su corazón de amor hacia el solicitante.

 

LOS HECHIZOS MÁGICOS EN LA SANTERÍA


Los ingredientes empleados por los santeros en sus hechizos se escogen cuidadosamente y tienen siempre una relación clara con la naturaleza del problema. Todos los materiales usados en los ebbós y bilongos dan un indicio de sus empleos, sea a través de sus nombres, o de sus características individuales y su composición.

Cada ensalmo simula una experiencia humana actual, generalmente la que quiere el santero que sufra su cliente. Muchas cosas son hechas por él sobre el principio de que lo igual produce lo igual en una imitación deliberada de los resultados que desea lograr. Cada hechizo es un drama en miniatura escenificado por el santero, utilizando los ingredientes del ensalmo para representar a las personas involucradas o lo que quiere que experimenten.


Las historias relatadas por los encantos pueden ser de amor, de odio o de esperanza, las fuerzas empleadas para trasformar en realidad estas producciones escenificadas son los poderes sobrenaturales de los dioses yorubas. Una vez que la atención del santero está fija en una situación dada que desea cambiar para su beneficio o el de su cliente, la chispa que promueve el efecto deseado es la convicción total y la fe intensa del santero en el poder de los orishas y la justicia de sus demandas. Esta dualidad de creencia es tan poderosa que libera cantidades vastas de energía, que producen a su vez la reacción buscada.

El hechizo del "coco ebrio", es un buen ejemplo de esta peculiaridad de la magia simpática de la santería. Este ensalmo requiere la utilización de un coco, varios tipos de licor, el humo de un fuerte cigarro y varias esencias. Los nombres de las esencias son: Amor, dominante, menta, sigúeme, vencedora.

La menta se asocia tradicionalmente con hechizos planeados para dominar la mente de alguien. La causa obvia de esta práctica es el pareado entre las palabras menta y mente. 

El amoniaco o ármoniaco lo usan muchos santeros, mezclado con azúcar, para fomentar las relaciones armoniosas entre dos personas. ¿Por qué? Porque ármoniaco es muy semejante a armonía... y, por supuesto, el azúcar es un edulcorante natural.

En el hechizo del "como ebrio" el coco es símbolo de la cabeza y la mente de la persona sujeta al ensalmo. El coco se vacía de su agua; esta acción representa una forma de catarsis por la cual se dispone de todas las creencias e ideas anteriores del individuo. Después, el coco vacío se llena con dulces para endulzar la disposición de la víctima hacia el que está haciendo d hechizo. Se agregan varios tipos de licor para "emborrachar" a la víctima con el amor sugerido por la esencia de amor y así, aturdida completamente y con la voluntad debilitada, podrá resistir las sugerencias sutiles de las otras esencias que parecen murmurar: "Sígueme, porque soy vencedor y dominante con mi amor sobre tu mente".

El humo del agarro contribuye más al aturdimiento espiritual y mental de la víctima, y lo hace presa fácil de la voluntad del santero. El orisha invocado en este acto mágico es el poderoso Elegguá, quien, corno amo de todas las puertas, puede abrir y cerrar ciertamente la mente de una persona siempre que quiera. Las velas sirven para reforzar el hechizo y la voluntad del santero.


Es obvio que este ensalmo sea una aplicación de la ley de similitud, que es la base en la magia homeopática. Es un ejemplo típico de la imaginación simbólica empleada por el santero en su trabajo mágico.

Carl G. Jung dijo en su libro Man and His Symbol que "los símbolos representan siempre algo más que su significado obvio e inmediato. Todavía más, son productos naturales y espontáneos. Aparecen en toda clase de manifestaciones psíquicas. Hay pensamientos y sentimientos simbólicos, actos y situaciones simbólicos. Parece frecuentemente que incluso los objetos inanimados cooperan con el inconsciente en la disposición de patrones simbólicos. Sin embargo, hay muchos símbolos que no son individuales sino colectivos en su naturaleza y origen. Estos son principalmente imágenes religiosas que surgen de sueños primitivos y fantasías creadoras. Como tales, estas imágenes son manifestaciones involuntarias, espontáneas, y de ningún modo inventos intencionales".

Este hecho es de gran importancia en la comprensión de las motivaciones del santero y su proyección de actos mágicos, pues los orígenes de las creencias y prácticas religiosas de la santería se hallan tan enterradas en el misterio del pasado que parecen no tener origen humano. Son de hecho "representaciones colectivas" y como tales, llegan a los niveles conscientes cuando la mente se encuentra en un estado receptor. Esto es lo que sucede cuando el santero invoca a un orisha para conducir un ritual o hacer un hechizo. Toca el cierre oculto del inconsciente, liberando así un torrente de imágenes simbólicas que interpreta como el formato para su ensalmo o para su ritual.

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