OBATALÁ, ¿QUIÉN ES? ORACIÓN Y OFRENDAS


De acuerdo con la leyenda, cuando dios, el creador (Olorún-Olofí) se cansó de reinar sobre la tierra, entregó su reino a Obatalá, conocido también como Oxalá u Orixalá. Obatalá es un término yoruba que significa rey de la pureza o de la blancura, y el blanco es el color atribuido al orisha. Obatalá, que representa a los cielos, casó con Oduddúa, quien es el símbolo de la tierra.
 
En África, ambos orishas se representan por dos cabezas unidas, pintadas de blanco. Algunos santeros dicen que Oduddúa es el aspecto femenino de Obatalá y no una entidad separada.
En realidad, Obatalá se concibe en muchas partes de la leyenda como una mujer y en la mezcla sincrética, el orisha se representa por Nuestra Señora de la Merced.
 
Algunas versiones de la leyenda dicen que Obatalá fue creado del barro por Olofi.
 
Los yorubas ven a Obatalá como el protector de las ciudades y los templos, y en algunas pinturas se le representa como un caballero con una lanza en las manos.

Los sacerdotes de Obatalá siempre visten de blanco y llevan frecuentemente trazos de pintura blanca en toda la cara y en el torso.

Se atribuyen a Oduddúa, también conocida como Yemmu, las mismas cualidades que a Afrodita, la diosa griega del amor.

Sus aventuras amorosas son innumerables y algunas de ellas extremadamente espinosas. En una de las leyendas tiene una aventura muy apasionada con un joven cazador, pero es sorprendida por Obatalá, quien le arranca los ojos en un acceso de celos.

Debido a esta circunstancia, se le conoce algunas veces como Yya Agbe, la madre ciega.

Los santeros creen que toda la estructura ósea del cuerpo pertenece a Obatalá (los huesos son blancos), y también la cabeza y los sesos, lo mismo que todo lo que es blanco sobre la tierra.
 
Los hijos legítimos de Obatalá son los albinos (talako), quienes pueden ver mejor por la noche, como el mochuelo, que también es propiedad de Obatalá.

En otra leyenda, Olofi creó sin cabeza el cuerpo del hombre (orí), la cual fue añadida más tarde por Obatalá.
 
Los santeros piensan que el ángel guardián de la cabeza es Eleda. Para tener feliz a Eleda es necesario que sea refrescado con agua de coco (perteneciente también a Obatalá) que de tiempo en tiempo se vierte sobre la cabeza.
 
Cuando se permite que Eleda se sienta muy hambriento o acalorado, bebe la sangre de la cabeza que está protegiendo. La persona puede tener una hemorragia cerebral o recibir un fuerte golpe en la cabeza, de modo que el ángel pueda disfrutar de la sangre.
 
Lo primero que hace un babalao durante una consulta es investigar el estado del Eleda de su consultante. Si el Eleda está muy acalorado, debe refrescársele inmediatamente con agua de coco.
 
En casos muy difíciles, se le alimenta con la sangre de palomas o gallinas blancas. Esto se hace vertiéndole la sangre de las aves directamente sobre la cabeza. Esta es una de las primeras ceremonias que tienen lugar antes del asiento, cuando un santero se inicia en el culto.

Obatalá es el dios de la pureza y por lo tanto se le invoca cuando una persona desea deshacerse de influencias malignas. En los güemilieres, cuando un orisha se muestra muy furioso o contrariado, los santeros invocan a Obatalá para apaciguarlo.
 
Si existe el peligro de guerra o de una epidemia, los santeros colocan banderas blancas alrededor de sus casas. Otra práctica común es poner algunos pedazos de manteca de cacao, coco y cascarón pulverizado de huevo (cascarilla) en una bolsita blanca, que después se pasa por todo el cuerpo, invocando el auxilio de Obatalá para traer paz y salud.

También se utiliza algodón en muchas invocaciones a Obatalá. Las semillas de algodón, machacadas y mezcladas con sebo de vela (sebo de Flandes), se usan para deshacer tumores. También se prepara un té con semillas de algodón para curar el asma y la bronquitis.
 
Los santeros ponen algodón sobre la boca siempre que quieren hablar con Obatalá. Se le pide que fortalezca la mente cuando esté agotada por trabajo mental fatigoso.
 
Los santeros recomiendan a los médicos, escritores, abogados y a todas los que piensan intensamente, estas oraciones con algodón. Afirman que los efectos son maravillosos para la mente.
 


ORACIÓN A OBATALÁ
 
¡Obatalá santo creador!
apoya a tus hijos y haznos prosperar,
danos razones para reír.

¡Obatalá el poderoso!
Tú que habitas con una persona
y la haces próspera.

¡Obatalá el Rey supremo!
¡Tú que multiplicas uno solo
en doscientas personas!
multiplícame en cuatrocientos.
multiplícame en mil cuatrocientas sesenta personas.

Santo grande,
Hombre y Mujer de mundo,
creador de todos los buenos y malos.

Rey y Reina albino,
Dueño de la pureza y de todos los justicieros.

Padre grande del mundo,
Protector mío y de todas las casas buenas sanas,
Padre Nuestro,
Albino Misericordioso,
viva, Padre mío.

Padre bueno concédeme lo que te pido,
soy tu hijo, y se que tendrás misericordia de mi,
dame tu ayuda y protección,
y soluciona mis problemas y necesidades:

(Hacer la petición)

Gracias.
 

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