Madre Tierra escucha a tu hijo,
mientras estoy sentado aquí en tu regazo de hierba,
escucho los ecos de tu voz en mi hermano, el Viento,
mientras sopla desde todos los rincones y direcciones.
Las gotas de lluvia suaves y claras
son las lágrimas que lloras por tus hijos.
Enséñame las lecciones que ofreces:
Enséñame las lecciones que ofreces:
para criar a mis hijos, mientras crías a los tuyos,
para aprender las lecciones de los cuatro reinos,
que forman este mundo de cosas físicas,
y para aprender a recorrer el sendero elegido
hace ya tanto tiempo.
Madre Tierra, escucha a tu hijo,
Madre Tierra, escucha a tu hijo,
sé un vínculo entre los Mundos
de la Tierra y el Espíritu.
Que los vientos se hagan eco
del conocimiento de los abuelos,
quienes esperan, invisibles, pero visibles,
quienes esperan, invisibles, pero visibles,
solo si vuelvo mis ojos a su Mundo.
Déjame escuchar sus voces en los vientos,
Déjame escuchar sus voces en los vientos,
que soplan hacia el este.
Desde el este
Desde el este
Busco las Lecciones de la infancia,
para ver con la inocencia confiada de un pequeño,
las Lecciones de Espíritu,
dadas en amor por nuestro Creador.
Desde el sur
Para aprender las formas de cuestionar,
el fuego y la independencia de la adolescencia,
las verdades y cómo nos ayudan a crecer
a lo largo de este camino.
Desde el oeste
Desde el oeste
Donde los abuelos nos enseñan
la aceptación de la responsabilidad que viene
durante los años del matrimonio y la familia.
Que mis propios hijos
Que mis propios hijos
crezcan Fuertes y Verdaderos.
Desde el norte
Desde el norte
donde los ancianos, que por su larga vida
han aprendido y almacenado
la sabiduría y el conocimiento.
Y aprendí a caminar en equilibrio y armonía
con nuestra Madre, la Tierra.
Madre Tierra, escucha a tu hijo.
Madre Tierra, escucha a tu hijo.
Toma mi mano mientras camino
mi camino en este mundo.
Guíame a las lecciones que busco,
acércame a nuestro Creador,
hasta que regrese a la Dirección Occidental,
para entrar nuevamente en el Mundo del Espíritu,
donde el Fuego Sagrado Espera,
y me reincorporo al Consejo de los Ancianos,
En la Presencia. del que lo creó todo.
0 comments:
Publicar un comentario