Hoy, más que nunca, se invoca a San Judas Tadeo como santo patrono de las causas imposibles porque la fe en él sigue viva en la mente y el corazón de las personas.
San Judas ha demostrando ser más que un abogado en estas causas, y se deleita especialmente en ayudar a las personas que lo necesitan desesperadamente. Ninguna petición parece demasiado grande para él.
ORACIÓN
Judas Tadeo sagrado,
apóstol muy excelente
vos desempeñáis ardiente
la compasión fraternal.
Ve por vos el invidente,
por vos recobra el doliente
la amable salud perdida,
por vos la mujer mas afligida
vence el parto sin dolor.
¡Santo Apóstol San Judas,
fiel siervo y amigo de Jesús!,
la Iglesia te honra e invoca universalmente,
como el patrón de los casos
difíciles y desesperados.
Ruega por mí, estoy solo y sin ayuda.
Te imploro hagas uso del privilegio especial
que se te ha concedido,
de socorrer pronto y visiblemente
cuando casi se ha perdido toda esperanza.
Ven en mi ayuda en esta gran necesidad,
para que pueda recibir consuelo
y socorro del cielo en todas mis necesidades,
tribulaciones y sufrimientos, particularmente:
(haga aquí su petición),
y para que pueda alabar a Dios contigo
y con todos los elegidos por siempre.
Te doy las gracias glorioso San Judas,
y prometo nunca olvidarme de este gran favor,
honrarte siempre como mi patrono
especial y poderoso y, con agradecimiento
hacer todo lo que pueda
para fomentar tu devoción.
Amén.
Rezar el Credo y Gloria.
San Judas se representa tradicionalmente portando la imagen de Jesús en su mano. Esta representación proviene de una historia bíblica en la que el rey Abgar de Edesa (una ciudad ubicada en lo que ahora es el sureste de Turquía) le pidió a Jesús que lo curara de la lepra y le envió a un artista para que le trajera un dibujo de Jesús.
Impresionado con la gran fe de Abgar, Jesús presionó su cara en una tela y se la dio a San Judas para que se la llevara a Abgar. Al ver la imagen de Jesús, el rey se curó y se convirtió al cristianismo junto con la mayoría de las personas bajo su gobierno.
Además de la imagen de Cristo, a menudo se muestra a San Judas en pinturas con una llama alrededor de su cabeza. Esto representa su presencia en Pentecostés, cuando recibió el Espíritu Santo con los otros apóstoles.
San Judas murió mártir de Dios en Persia o Siria alrededor del 65 d. C. Después de su muerte, su cuerpo fue devuelto a Roma y fue colocado en una cripta debajo de la Basílica de San Pedro. Sus últimos restos mortales todavía están allí hoy.
Después de su martirio, los peregrinos fueron a su tumba a orar, y muchos de ellos experimentaron las poderosas intercesiones de San Judas. Así es como obtuvo el título, "El santo para los desesperados y los imposibles".
Santa Brígida de Suecia y San Bernardo tuvieron visiones de Dios pidiéndoles a cada uno que acepte a San Judas como "el santo patrón de lo imposible".
El Papa Pablo III, en un escrito fechado el 22 de septiembre de 1543, concedió una indulgencia plenaria a todos los que visitarían su tumba el día que conmemora su muerte, el 28 de octubre, el día de su fiesta.
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