Su nombre es de origen español, y vendría a significar «pequeño acorazado». Es un animal de madriguera que, como su nombre indica, tiene todo el cuerpo acorazado con una serie de placas óseas superpuestas cubiertas de púas, siendo su parte inferior la más vulnerable y, por tanto, la que suele mantener oculta.
Esto vendría a indicar que tanto el armadillo como las personas que lo tienen como tótem pueden ser muy vulnerables cuando exponen su parte inferior, es decir, su funcionamiento interno; e indicaría también que el armadillo no solo puede enseñarte a protegerte, sino también a distinguir cuándo es sensato y cuándo no bajar las defensas.
El armadillo pertenece en realidad a la familia del perezoso.
No dispone de dientes incisivos ni de caninos, pero tiene 80 o más molares que nunca dejan de crecer.
Vive en madrigueras con múltiples cámaras, que puede excavar hasta un metro y medio de profundidad gracias a sus excelentes garras, indicativo de la capacidad para ver más allá de la superficie. Debido a ello, el armadillo te puede ser muy útil en tareas de discriminación.
Todos los animales con coraza te pueden conectar de algún modo con los caballeros medievales europeos, por lo que el armadillo podría constituir un vínculo con una vida pasada, posiblemente con los conquistadores españoles del siglo XVI, bien conocidos por las conquistas de México y Perú.
La caballerosidad, la fuerza y la protección de los indefensos eran las cualidades ideales que debía desarrollar cualquier caballero medieval, de ahí que el armadillo pueda estar indicando la conveniencia de desarrollar las cualidades y las características que poseían aquellos caballeros.
Por otra parte, las armaduras medievales eran muy pesadas y, a pesar de la protección que ofrecían, dificultaban en gran medida los movimientos del caballero. Esto quedaría reflejado en el hecho de que, para el armadillo, el mejor ataque sea una buena defensa, y de ahí que este tótem puede enseñarte el modo de portar una protección incorporada sin causar daños innecesarios a los demás.
El armadillo puede vincular a las personas que lo tienen como tótem con otros animales, entre los que habría que incluir, cómo no, a sus depredadores naturales, por lo que convendría que estudiaras también a estos animales. Entre sus depredadores se encuentran los grandes felinos y los coyotes, que para superar las defensas de su coraza les dan la vuelta, dejando así al descubierto sus zonas más vulnerables.
A los armadillos les gusta tomar el sol en épocas frías, e incluso hay veces en que se quedan dormidos boca arriba, haciéndose muy vulnerables en esos momentos; de ahí que el armadillo pueda enseñar a quienes lo tienen como tótem a ser muy precavidos con la ropa y el abrigo durante el invierno, so pena de hacerse demasiado vulnerables a las enfermedades.
Nos encontramos aquí, una vez más, con el tema de la protección frente a la exposición a determinados climas. Tanto la mofeta moteada como el mochuelo de madriguera suelen hacer sus moradas en las madrigueras abandonadas de los armadillos; por lo que no debería resultar extraño que una persona con el tótem del armadillo tenga amigos o amigas con los tótems de la mofeta o del mochuelo, pues existe una relación positiva entre ellos.
Los aztecas llamaban al armadillo «tortuga conejo», y podríamos aventurar que el armadillo encarna también las cualidades de ambos animales, sobre todo por su aspecto.
El armadillo, como tótem, podría reflejar también alguna conexión de vidas pasadas con los antiguos aztecas.
Los armadillos se alimentan principalmente de insectos, pudiendo ingerir en un verano hasta 90 kilos de ellos, principalmente de hormigas y lombrices, por lo que convendrá estudiar también sus cualidades.
Ante cualquier amenaza, el armadillo se enrosca sobre su vientre hasta convertirse en una bola; por lo que, si el armadillo se ha enroscado en tu vida, convendrá que te hagas algunas preguntas. ¿Te estás protegiendo de la manera adecuada? ¿Hay alguien en tu entorno que necesite de protección? ¿Estás siendo demasiado suspicaz y te estás protegiendo de ataques que en realidad no son tales? ¿Te sientes atacado sin motivos, o bien estás siendo demasiado sensible ante las energías de los demás?
El armadillo tiene un extraordinario sentido del olfato, pues es capaz de oler a un insecto a 15 centímetros de profundidad bajo tierra. Su potente sentido del olfato está relacionado con formas superiores de discriminación y estimulación psicológica, por lo que cualquiera que tenga al armadillo como tótem hará bien en aprender aromaterapia y en desarrollar su propio sentido del olfato. ¿Hay algo que no te huela bien? ¿Hay personas o situaciones que te huelen sospechosamente? Aprender a confiar en lo que «hueles» es parte de lo mucho que te puede enseñar el armadillo.
Pero el sentido del olfato guarda relación también con las energías sexuales, dado que el olfato es un potente estímulo del impulso sexual. Los armadillos solo se emparejan para procrear, después de lo cual se va cada uno por su camino. El período de gestación es de entre ocho y nueve meses, muy similar al de los seres humanos; aunque, a diferencia de los humanos, si la madre armadillo se encuentra en peligro o sufre un profundo estrés, puede demorar el parto hasta dos años y medio. Todo esto nos dice mucho de la energía que llega con el armadillo como tótem.
Pero el sentido del olfato guarda relación también con las energías sexuales, dado que el olfato es un potente estímulo del impulso sexual. Los armadillos solo se emparejan para procrear, después de lo cual se va cada uno por su camino. El período de gestación es de entre ocho y nueve meses, muy similar al de los seres humanos; aunque, a diferencia de los humanos, si la madre armadillo se encuentra en peligro o sufre un profundo estrés, puede demorar el parto hasta dos años y medio. Todo esto nos dice mucho de la energía que llega con el armadillo como tótem.
En primer lugar, nos indica que la oportunidad para un nuevo nacimiento debería darse sobre los ocho o nueve meses después de su aparición; pero nos advierte también que no nos enrosquemos y nos ocultemos ante la oportunidad por miedo a situamos en una posición vulnerable. Si aprovechar una oportunidad es algo que nos preocupa y nos angustia, tal oportunidad podría demorarse hasta dos años y medio.
Sin embargo, el armadillo te puede enseñar a ajustar tus ritmos para que aquello que deseas que suceda tenga lugar en el momento más adecuado.
A pesar de su apariencia, el armadillo no es tampoco un animal torpe, y puede moverse con rapidez en caso de ser necesario. Por otra parte, es un buen nadador, con un alto grado de flotabilidad debido a su capacidad para inflar de aire los intestinos. Pero también es capaz de atravesar los ríos caminando por el fondo, merced a su increíble capacidad para aguantar el aire, que le permite estar hasta 6 minutos sumergido. Esta habilidad, unida a su capacidad para excavar a gran profundidad, nos indica que el armadillo sabe cómo pasar de una dimensión a otra, por lo que puede darte lecciones sobre el modo de moverte en los distintos elementos.
Podríamos vincular esta capacidad con algunas formas de mediumnidad, en las cuales la persona entra conscientemente en otras dimensiones, sintiéndose protegida en todo momento. Por otra parte, apunta a la capacidad de explorar y recorrer las sendas de la vida y la muerte, así como de trabajar con los espíritus de los muertos. También apunta a la posibilidad de explorar aspectos emocionales ocultos, si bien las personas con este tótem pueden mostrarse reacias a realizar tales exploraciones. Pero, en caso de estar dispuestas, podrían evaluar muchos elementos emocionales y mundanos de su interior; elementos que, normalmente, intentarán ocultar y proteger, pero que convendría que aprendieran a exponer cuando se hace necesario y a encubrir cuando conviene protegerlos; y eso es algo que el armadillo te puede enseñar.
Es muy posible que las personas con una extraordinaria capacidad empática tengan al armadillo como tótem, pues su cuerpo puede llegar a convertirse en un barómetro de los sentimientos que hay a su alrededor. Si hay alguien por ahí aquejado de algún dolor, la persona empática sentirá el dolor como si fuera suyo, lo cual puede llevar a la manifestación real del problema.
Las personas empáticas son muy susceptibles a las influencias externas, sean de tipo físico, emocional, mental o espiritual; por lo que sería conveniente controlar y equilibrar esta exacerbada sensibilidad; y esto es algo que el armadillo te puede enseñar.
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